Lesiones frecuentes
Lesión: Rotura de poleas

 

¿Qué son?

Las poleas son estructuras anatómicas que se hallan en los dedos y su función principal es mantener los tendones cerca del hueso de cada dedo. Cada dedo tiene 5 poleas anulares (A1, A2, A3, A4 y A5) y 4 poleas cruciformes (C0, C1, C2 y C3) que evitan que los tendones se separen del hueso (lesión conocida como cuerda de arco), permitiendo un eficiente punto de apoyo para la flexión y extensión de los dedos en escalada.

 

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Tipos de lesión

Hay dos tipos de lesión que pueden sufrir las poleas en escalada:

  • Desgarro parcial: la polea no llega a romperse del todo.
  • Rotura completa: la polea se rompe y pierde su función.

 

 

Causas

En la mayoría de los casos, las roturas de polea se producen cuando abusamos del agarre en “arqueo”. Cuando sometemos a las poleas a mucha tensión escalando con cargas intensas repetitivamente y sin periodos de recuperación adecuados, podemos acusar dolor en la zona de las poleas. El dolor indica que puede existir una inflamación y por lo tanto podemos acabar produciendo roturas parciales o completas. En algunos casos es posible sentir o escuchar un chasquido mientras realizamos un arqueo de alta intensidad y esto nos podría indicar una posible lesión.

Según los estudios, las poleas A2 y A4 son las más grandes e importantes en la flexión de los dedos cuando escalamos y, por tanto, las que más se lesionan.

 

Incidencia

La escalada es un deporte único desde el punto de vista anatómico y biomecánico, pues nuestro cuerpo en principio está diseñado para moverse y soportar peso en las extremidades inferiores. Según los estudios, se estima que un 75% de los escaladores sufrirán una lesión de extremidad superior, de los cuales un 60% son lesiones de mano y muñeca y un 30-50% de estas son lesiones cerradas de las poleas de los tendones flexores. En deportistas de élite está descrito que el 33% sufre lesiones de tendones de dedos, con una incidencia del 8% de ruptura de la polea A2.  

 

Diagnóstico

En la mayoría de los casos es el propio escalador@ quien acude a un especialista, debido al dolor, aunque a veces no se le dé la importancia que tiene hasta que la lesión es aguda. Es aconsejable, por tanto, acudir a un profesional si hay sospecha de lesión.

El paciente refiere un dolor localizado principalmente en la cara anterior del dedo, que se agudiza cuando escala y somete a tensión los dedos (sobre todo cuando arquea), pudiendo ser esta una prueba física que puede sugerirnos dicho diagnóstico. Ante dichas sospechas, lo recomendable es realizar una ecografía (prueba de elección) para evaluar el estado de la polea en cuestión.

 

Tratamiento

Depende de los diferentes grados de rotura, número de poleas lesionadas y otros factores intrínsecos a la persona (siempre bajo la supervisión de un médico y un profesional sanitario). A nivel general se puede decir que en caso de rotura parcial (grados I,II,y III ) se recomienda el tratamiento conservador, basado en reposo, hielo, medicación y ortesis (con tape elástico o con férula de material termoplástico). 

En caso de rotura completa o fallo del tratamiento conservador estaría indicada la cirugía y el posterior tratamiento de fisioterapia para evitar adherencias y posibles complicaciones. Normalmente la reconstrucción quirúrgica permite retomar la actividad.

 

Prevención

Existen varios ejercicios de prevención para este tipo de lesión, pero un ejercicio muy indicado para escalada son las suspensiones. Mediante este tipo de ejercicios podemos reforzar estructuras anatómicas como los tendones flexores, y de esta manera podríamos hacer más uso del agarre en extensión, pudiendo evitar en muchos de los casos el abuso del arqueo. 

En el siguiente enlace podemos consultar una serie de ejercicios en suspensión propuestos por Eva López, toda una eminencia en la investigación y desarrollo de entrenamientos y prevención de lesiones en escalada: https://eva-lopez.blogspot.com.es/2013/04/videos-de-entrenamiento-de-suspensiones.html

 

¿Se puede escalar con roturas parciales?

Se puede escalar con roturas parciales o si estamos en proceso de rehabilitación, siempre y cuando lo consultemos con los debidos profesionales. En estos casos es aconsejable el uso de vendajes específicos y funcionales. Por otro lado, tampoco es conveniente abusar de los vendajes, puesto que convendría que estas vuelvan a soportar las mismas cargas que soportaban en su estado anterior. Por lo tanto, habría que empezar a escalar sin vendaje cuando el debido profesional nos indique que las poleas están lo suficientemente rehabilitadas.

 

Vendaje

En el siguiente vídeo se muestra un vendaje específico y funcional para el vendaje de poleas:

 

 

Bibliografía: